Categoría: Destacados

  • Cosas que me dan malgenio/ Cosas que me hacen reír/Cosas que me hacen falta

    Cosas que me dan malgenio/ Cosas que me hacen reír/Cosas que me hacen falta

    cosas-que-me-dan-mal-genio_cosas-que-me-hacen-falta_cosas

    Cosas que me dan malgenio

    Ver una trapera mal ubicada.

    Los cajones y puertas abiertos.

    El mensaje “batería baja” en el celular.

    Que el taxista no prenda el taxímetro.

    No encontrar mis chanclas.

    Montar en “circular coonatra”.

    No encontrar una moneda de 100 cuando la necesito.

    Llegar tarde a una cita.

     

     

    Cosas que me hacen reír

    Las cosquillas.

     

    Cosas que me hacen falta

    Ir a la playa.

    Bailar.

    Volver a ver “Antes del amanecer”.

    Dormir.

    Una conversación sin tema.

    No hacer nada.

    Hacer mucho.

    Julieta / Jorge

     

    Cosas

    Zapatos nuevos.

    Cumplir las promesas.

    Hacer listas.

    El sol.

    Las faldas.

    El yogurt.

    Caminar.

    El agua.

    Decorar.

    Los blogs de moda.

     

    Foto: Fiesta del libro y la cultura. Medellín, 2014. Tomada con mi celular, antes de que se me perdiera.

  • Dolor ajeno que duele, y mucho.

    Dolor ajeno que duele, y mucho.

    Durante varios días estuve siguiendo el timeline en twitter del senador @navarrowolff donde describía los detalles de sus días como taxista (ejercicio que emprendió para recoger fondos para una fundación).

    Se levantaba muy temprano (incluso en una de esas madrugadas compartió una foto de los huevos que hizo para su desayuno) y salía a recorrer Bogotá guiado por los servicios que le solicitaban a través de alguna de esas aplicaciones para taxis.

    Muchos lo seguimos y algunos, animados por los detalles o las ganas de figurar o conocerlo de cerca, le solicitaron recogerlos en su taxi (claro, también recibió mensajes insultantes, pero de eso no quiero escribir), pero pocas veces estaba cerca del lugar donde se encontraban quienes le pedían un servicio vía twitter, así que amablemente se excusaba.

    Leerlo durante esos días era lo más entretenido en twitter.

    Antonio Navarro Wolff es un político colombiano atípico: me cae bien.
    Siento que es más bueno que el ajiaco que hace Jorge y que su coherencia y principios guían sus actuaciones. Un hombre que ha vivido la guerra directa y también la intolerancia de este país.

    Twitter me aburre por momentos, así que pasé un par de días sin someterme a los chistes bobos, a la indignación pasajera y a las peleas entre uribistas y antiuribistas.

    En una lectura desprevenida de titulares de prensa en internet, me enteré de la muerte del hijo adolescente de Antonio Navarro Wolff, Gabriel.

    Volví a twitter a confirmar el hecho de la fuente directa. Y sí, volví de nuevo al timeline @navarrowolff :

    “Nuestro hijo Gabriel falleció hoy alrededor de la 1pm. Su velación será mañana y su sepelio pasado mañana.Antonio, Marcela, Alejandro”

    “Hicimos la paz para que los padres no siguieran enterrando a sus hijos y no pude evitar que me pasara. Estoy aplastado…”

    “Gracias a los miles de personas que nos acompañaron en estos 3 dias horrorosos. Enorme solidaridad. Empieza lo mas duro. Vivir sin Gabriel”

    Sentí/siento un profundo dolor.

    santa-elena-1

    Escuche aquí las palabras de Navarro, luego de la muerte de su hijo.
    Columna de Ricardo Silva Romero “Navarro”

     

    Foto: Santa Elena, Corregimiento de Medellín. Tomada por Dani Q.

  • Por qué Barcelona

    Por qué Barcelona

    ir-a-barcelona-copiaDecidí incluir en mi lista de propósitos para este nuevo año (2015), viajar a Barcelona –España-.
    Supongo que es un destino común para el colombiano promedio, como lo es también Buenos Aires –Argentina- o Machu Picchu –en Perú e incluso La Habana en Cuba, (y hay que ir antes de que Fidel muera en la vida real y no en tuiter).

    Y sí. ¿Y qué? Así como en mi lista aparece “aprender a manejar carro” y “leer más libros” (y menos blogs, creo), también dejo claro que quiero conocer esta ciudad.

    Barcelona se me hace una ciudad que se puede caminar y “bicicletiar”, donde me podría tomar una cerveza rara en la calle y comprar libros o películas que a Colombia no han llegado.

    Quiero conocer Barcelona por “Vicky Cristina Barcelona” (a donde va Scarlett Johansson, voy yo 😉 ) y por el mediterráneo y por Messi y el sobreactuado Neymar y porque tiene playa.

    Quiero comer verdadera paella y tomarme fotos en “La Sagrada Familia”.

    Y agrego una última razón, que aparece hoy, cuando por fin tengo tiempo y ganas de escribir esto: quiero ir a Barcelona por Milena Busquets Tusquets, mi nueva obsesión.

    Barcelona, esperarme.

    Foto: Mapamundi de Julieta, regalo de su cumpleaños número 3 (con un Motorola G).

  • Her y yo.

    Her y yo.

    plantilla post
    Hace mucho tiempo no me gustaba tanto una película como me gustó Her (creo que desde Antes del Amanecer, cuando esa historia de dos amantes desconocidos me cautivó desde el comienzo -aunque las dos siguientes fueron menos encantadoras-).

    No fue por su frase de promoción “hombre se enamora de su sistema operativo” que decidí verla, tal vez eso fue lo que, por el contrario, alargó el momento en que nos encontramos de frente.

    HER

    Y no sé si llegó a estrenarse en Medellín, donde solo llegan 2 películas que se exhiben en todos y cada uno de los multiplex, que hacen que uno siga derecho por los pasillos del centro comercial para mejor comprarse un helado  de $2500.

    Vi Her porque estaba ahí, en la lista de “las últimas subidas” de Plex y porque Joaquin Phoenix me parece sexy.

    Her es lenta, extraña, como medio loca; las calles, avisos y edificios podrían ser de cualquier gran ciudad del mundo (Tokio, Los Ángeles -donde de hecho fue grabada-, hasta Buenos Aires), los colores pasteles, el salmón, los rojos poco saturados y hasta el amarillo antes que mostrar un futuro incierto por los avances de la tecnología, dejan la sensación de un porvenir lleno de esperanza en el amor y la vida, de calidez y tranquilidad.

    Theodore Twombly, Joaquin Phoenix en la película, es un hombres que tal vez no encontremos fácilmente en un bar o en la universidad. Es talentoso, divertido y, como la película, medio extraño. Además su trabajo consiste en escribir conmovedoras cartas de amor que te dejan frío, como este fragmento:

    “Rachel, te extraño tanto que me duele en todo el cuerpo. El mundo está siendo injusto con nosotros. El mundo está en mi lista negra. Como esta pareja que se besa frente a mí en el restaurante. Creo que tendré que emprender una misión de venganza y golpear al mundo en la cara con mis nudillos hasta convertirlo en una pulpa sangrienta. Y le patearé los dientes a esta pareja que me recuerda tu pequeño diente torcido que amo tanto”.

    Samantha, Scarlett Johansson en la película, es ella (her) una voz sexy, linda, con una personalidad arrolladora, audaz, divertida, que enamora a Theodore (y a miles más). No, Scarlett Johansson no aparece en la película, ni su escultural cuerpo, ni su sexy sonrisa, es solo una voz -la voz!-, pero sobre todo, es su encanto lo que lo trastorna (¿es entonces falso que los hombres se enamoran de lo que ven y las mujeres de lo que escuchamos?).

    En fin, Her es absolutamente encantadora, bonita, especial. No la vean, que lo importante es que yo ya me la vi.

    Enviar.