Categoría: Esto me gusta

  • Una larga lista de cosas que me gustan

    Una larga lista de cosas que me gustan

    Conozco una persona que dice que soy rara porque no me gusta comer cosas que a todo el mundo le gustan (sancocho, banano, pasas, arroz con leche) y porque lo que para muchos son las mejores comidas, para mí no lo son.

    Por esto, dice, la lista de cosas que me gustan no superaría los dedos de la mano. Para aceptar una apuesta que no hicimos, inicio una lista (larga) solo de cosas que me gustan; y porque hoy 26 de diciembre de 2015, antes de que este año largo, extraño, bonito y lleno de sorpresas se acabe; quiero rendir un homenaje personal a esas cosas que la gente (me conozca o no) no sabe, me gustan mucho.

    La comida que me gusta

    • Las papas (casi que todos los estilos y sabores, La papa criolla, la papa nevada y la papa de la “otra”).
    • Los champiñones. Mejor si van con una de esas salsas ricas.
    • La mayonesa (no me como un “sudao” sin mayonesa).
    • Fríjoles. Casi que recibo fríjoles de cualquier casa, restaurante o finca.
    • El pescao. Mejor, si es junto al mar.
    • Los cereales. Casi todos.
    • El huevo. Hay muchas formas comerlo y prepararlo. Me gusta hasta el arroz con huevo, el pan con un huevo en el medio, con queso, con tomate, cebolla, y más.
    • Los patacones. Se me sale el costeña que no tengo, porque me encantan.
    • Los buñuelos. Ya sea diciembre o marzo, amo comer buñuelo (así me ponga como un buñuelo después de comerlos).
    • Las sopas, cremas y aguas.
    • El guandolo. Frío y con mucho limón.
    • El ajiaco. Con crema de leche y sin alcaparras.
    • El perro caliente de la 80
    • Las empanadas de iglesia. Chiquitas y sin nada adentro.
    • La arepa con quesito. Quesito, no queso.
    • El chicharrón de seis patas
    • El jugo de maracuyá
    • El postre de tiramizú
    • Las tortas de zanahoria
    • El jugo de uchuva y casi todo lo que sea hecho con esta fruta.
    • La aromática de maracuyá
    • El mojito. Cubano. El tradicional.
    • El aguacate

    un paso a la vez

    Las cosas que me gusta hacer

    • Nadar. Así mi técnica no sea la mejor. Cuando lo hago, me relajo (y me da hambre).
    • Hacer ejercicio. Así mi rutina no sea rutina.
    • “Robarle” los cachetes a Julieta
    • Ver los cuentos de los hermanos Grimm
    • Cantar duro.
    • Leer (el 23 de diciembre comencé un nuevo libro y la meta es terminarlo antes de que se acabe el año).
    • Leer titulares. Se me volvió un vicio de perezosa: pasar de largo por los titulares de prensa digital y solo darle clic a lo que realmente me interesa.
    • Dormir. Así madrugue al otro día sin obligación. Solo porque este cuerpo por inercia, necesite ver la luz de día antes de las 8:00 a.m.
    • Caminar. A veces me gusta hacerlo, cuando va uno sin ningún destino.
    • Bailar. Así no lo haga muy a menudo. Me hace falta y quisiera hacerlo con más frecuencia.
    • Mover las cosas de mi apartamento para ver cómo quedan mejor, y darme cuenta que como las tenía al principio se ven más bonitas.
    • Escribir. Así no sea lo que mejor haga.
    • Comer
    • Recibir el sol
    • Conocer
    • Aprender
    • Explotar burbujas de papel burbuja
    • Pisar hojas secas
    • Mirar por la ventanilla del carro cuando viajo y que el viento meta mi pelo en mis ojos.
    • Ver películas románticas muchas veces.

    Podría seguir, pero dije que la lista era larga, no interminable.

    La foto: paso a paso.

  • “El amor acaba”

    “El amor acaba”

    (Escrito el 16 de noviembre de 2015)

    Sid-Nancy
    Hoy me dio por escuchar la canción de José José “El amor acaba”, en la voz de Natalia Lafourcade. (En realidad, la canción salió de la lista aleatoria de youtube al iniciar esta mañana de lunes festivo escuchando a Lafourcarde).

    Dice la bonita y sosa letra de la canción que el amor acaba “porque el corazón de darse, llega un día que se parte”; “porque se vuelven cadenas lo que fueron cintas blancas”; “porque mueren los deseos por la carne y por los besos”; “porque el tiempo tiene grietas, porque grietas tiene el alma, porque nada es para siempre y hasta la belleza cansa” (…)
    El amor acaba o muere
    El 12 de octubre de 1978, Nancy estaba tirada en el baño de la habitación 100, del hotel Chelsea de Nueva York. La habían matado de una puñalada. Tenía 20 años y su romance con Sid había durado once meses. Sid era uno de los íconos del punk, integrante de los Sex Pistols. Viviría solo un poco más antes de acabar muerto por sobredosis de heroína. Se amaban, o solo compartían drogas y sexo, o se amaban porque compartían drogas y sexo. El amor muere o acaba, o termina y vuelve a comenzar.

    El amor.
    Complicado el asunto. Muy.
    Dice Mujica, expresidente de Uruguay, y nuevo hacedor de frases, que el amor a su edad es una “dulce costumbre”.
    La costumbre puede matar. El amor no debería convertirse en costumbre.

    En la foto. Los amantes Sid y Nancy.

    Acá, la versión de

  • Todo por una película

    Todo por una película

    (Escrito en agosto de 2015)

    todo por una pelicula

     

    No, no conocía la película Happily Ever After, y eso que soy seguidora” de Johnny Depp y me gusta Radiohead. Pero sucede, que las cosas que te gustan, llegan a ti, sin buscarlas, pero claro, la cadena de búsquedas de cosas que te gustan, indefectiblemente te llevan a otras cosas que te gustan aún más (el maestro google nos da cátedra en esto).

    Es así como llega la escena de Happily Ever After, que origina este texto. Ese momento de 4`18” que se recrea con la canción Creep de Radiohead y que te transporta justo a ese instante en que un desconocido se acerca a ti, hay una conexión y el resultado es mágico.

    La afortunada es Charlotte Gainsbourg, que escucha la canción en una tienda de música, de la mejor manera como se puede escuchar Creep, audífonos, buen volumen y sin tararearla.

    A las mujeres nos delata todo. Esa tímida sonrisa de Charlotte Gainsbourg , que no puede creer lo afortunada que es al tener tan cerca a ese tipo perfecto con el que comparte Creep (solo pasa en las películas), esa mirada de reojo tratando de entender por qué está ahí, y ese intercambio de gestos pendejos que la van dejando en evidencia; y al final, la cerrada de ojos, que no es más que la desesperación por saber su nombre, qué hace, cómo besa, cómo habla. Y ¿él? , se va porque sí. Ella, como dice la canción, corre tras Johnny, o como se llame (aún no veo la película) para gritarle que desea besarlo hasta el cansancio.

    Una confesión: suelo embobarme con una película distinta cada tanto.

     

  • Por qué Barcelona

    Por qué Barcelona

    ir-a-barcelona-copiaDecidí incluir en mi lista de propósitos para este nuevo año (2015), viajar a Barcelona –España-.
    Supongo que es un destino común para el colombiano promedio, como lo es también Buenos Aires –Argentina- o Machu Picchu –en Perú e incluso La Habana en Cuba, (y hay que ir antes de que Fidel muera en la vida real y no en tuiter).

    Y sí. ¿Y qué? Así como en mi lista aparece “aprender a manejar carro” y “leer más libros” (y menos blogs, creo), también dejo claro que quiero conocer esta ciudad.

    Barcelona se me hace una ciudad que se puede caminar y “bicicletiar”, donde me podría tomar una cerveza rara en la calle y comprar libros o películas que a Colombia no han llegado.

    Quiero conocer Barcelona por “Vicky Cristina Barcelona” (a donde va Scarlett Johansson, voy yo 😉 ) y por el mediterráneo y por Messi y el sobreactuado Neymar y porque tiene playa.

    Quiero comer verdadera paella y tomarme fotos en “La Sagrada Familia”.

    Y agrego una última razón, que aparece hoy, cuando por fin tengo tiempo y ganas de escribir esto: quiero ir a Barcelona por Milena Busquets Tusquets, mi nueva obsesión.

    Barcelona, esperarme.

    Foto: Mapamundi de Julieta, regalo de su cumpleaños número 3 (con un Motorola G).

  • Her y yo.

    Her y yo.

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    Hace mucho tiempo no me gustaba tanto una película como me gustó Her (creo que desde Antes del Amanecer, cuando esa historia de dos amantes desconocidos me cautivó desde el comienzo -aunque las dos siguientes fueron menos encantadoras-).

    No fue por su frase de promoción “hombre se enamora de su sistema operativo” que decidí verla, tal vez eso fue lo que, por el contrario, alargó el momento en que nos encontramos de frente.

    HER

    Y no sé si llegó a estrenarse en Medellín, donde solo llegan 2 películas que se exhiben en todos y cada uno de los multiplex, que hacen que uno siga derecho por los pasillos del centro comercial para mejor comprarse un helado  de $2500.

    Vi Her porque estaba ahí, en la lista de “las últimas subidas” de Plex y porque Joaquin Phoenix me parece sexy.

    Her es lenta, extraña, como medio loca; las calles, avisos y edificios podrían ser de cualquier gran ciudad del mundo (Tokio, Los Ángeles -donde de hecho fue grabada-, hasta Buenos Aires), los colores pasteles, el salmón, los rojos poco saturados y hasta el amarillo antes que mostrar un futuro incierto por los avances de la tecnología, dejan la sensación de un porvenir lleno de esperanza en el amor y la vida, de calidez y tranquilidad.

    Theodore Twombly, Joaquin Phoenix en la película, es un hombres que tal vez no encontremos fácilmente en un bar o en la universidad. Es talentoso, divertido y, como la película, medio extraño. Además su trabajo consiste en escribir conmovedoras cartas de amor que te dejan frío, como este fragmento:

    “Rachel, te extraño tanto que me duele en todo el cuerpo. El mundo está siendo injusto con nosotros. El mundo está en mi lista negra. Como esta pareja que se besa frente a mí en el restaurante. Creo que tendré que emprender una misión de venganza y golpear al mundo en la cara con mis nudillos hasta convertirlo en una pulpa sangrienta. Y le patearé los dientes a esta pareja que me recuerda tu pequeño diente torcido que amo tanto”.

    Samantha, Scarlett Johansson en la película, es ella (her) una voz sexy, linda, con una personalidad arrolladora, audaz, divertida, que enamora a Theodore (y a miles más). No, Scarlett Johansson no aparece en la película, ni su escultural cuerpo, ni su sexy sonrisa, es solo una voz -la voz!-, pero sobre todo, es su encanto lo que lo trastorna (¿es entonces falso que los hombres se enamoran de lo que ven y las mujeres de lo que escuchamos?).

    En fin, Her es absolutamente encantadora, bonita, especial. No la vean, que lo importante es que yo ya me la vi.

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