Durante varios días estuve siguiendo el timeline en twitter del senador @navarrowolff donde describía los detalles de sus días como taxista (ejercicio que emprendió para recoger fondos para una fundación).
Se levantaba muy temprano (incluso en una de esas madrugadas compartió una foto de los huevos que hizo para su desayuno) y salía a recorrer Bogotá guiado por los servicios que le solicitaban a través de alguna de esas aplicaciones para taxis.
Muchos lo seguimos y algunos, animados por los detalles o las ganas de figurar o conocerlo de cerca, le solicitaron recogerlos en su taxi (claro, también recibió mensajes insultantes, pero de eso no quiero escribir), pero pocas veces estaba cerca del lugar donde se encontraban quienes le pedían un servicio vía twitter, así que amablemente se excusaba.
Leerlo durante esos días era lo más entretenido en twitter.
Antonio Navarro Wolff es un político colombiano atípico: me cae bien.
Siento que es más bueno que el ajiaco que hace Jorge y que su coherencia y principios guían sus actuaciones. Un hombre que ha vivido la guerra directa y también la intolerancia de este país.
Twitter me aburre por momentos, así que pasé un par de días sin someterme a los chistes bobos, a la indignación pasajera y a las peleas entre uribistas y antiuribistas.
En una lectura desprevenida de titulares de prensa en internet, me enteré de la muerte del hijo adolescente de Antonio Navarro Wolff, Gabriel.
Volví a twitter a confirmar el hecho de la fuente directa. Y sí, volví de nuevo al timeline @navarrowolff :
“Nuestro hijo Gabriel falleció hoy alrededor de la 1pm. Su velación será mañana y su sepelio pasado mañana.Antonio, Marcela, Alejandro”
«Hicimos la paz para que los padres no siguieran enterrando a sus hijos y no pude evitar que me pasara. Estoy aplastado…»
“Gracias a los miles de personas que nos acompañaron en estos 3 dias horrorosos. Enorme solidaridad. Empieza lo mas duro. Vivir sin Gabriel”
Sentí/siento un profundo dolor.
Escuche aquí las palabras de Navarro, luego de la muerte de su hijo.
Columna de Ricardo Silva Romero «Navarro»
Foto: Santa Elena, Corregimiento de Medellín. Tomada por Dani Q.