Hace mucho tiempo no me gustaba tanto una película como me gustó Her (creo que desde Antes del Amanecer, cuando esa historia de dos amantes desconocidos me cautivó desde el comienzo -aunque las dos siguientes fueron menos encantadoras-).
No fue por su frase de promoción «hombre se enamora de su sistema operativo» que decidí verla, tal vez eso fue lo que, por el contrario, alargó el momento en que nos encontramos de frente.
Y no sé si llegó a estrenarse en Medellín, donde solo llegan 2 películas que se exhiben en todos y cada uno de los multiplex, que hacen que uno siga derecho por los pasillos del centro comercial para mejor comprarse un helado de $2500.
Vi Her porque estaba ahí, en la lista de «las últimas subidas» de Plex y porque Joaquin Phoenix me parece sexy.
Her es lenta, extraña, como medio loca; las calles, avisos y edificios podrían ser de cualquier gran ciudad del mundo (Tokio, Los Ángeles -donde de hecho fue grabada-, hasta Buenos Aires), los colores pasteles, el salmón, los rojos poco saturados y hasta el amarillo antes que mostrar un futuro incierto por los avances de la tecnología, dejan la sensación de un porvenir lleno de esperanza en el amor y la vida, de calidez y tranquilidad.
Theodore Twombly, Joaquin Phoenix en la película, es un hombres que tal vez no encontremos fácilmente en un bar o en la universidad. Es talentoso, divertido y, como la película, medio extraño. Además su trabajo consiste en escribir conmovedoras cartas de amor que te dejan frío, como este fragmento:
«Rachel, te extraño tanto que me duele en todo el cuerpo. El mundo está siendo injusto con nosotros. El mundo está en mi lista negra. Como esta pareja que se besa frente a mí en el restaurante. Creo que tendré que emprender una misión de venganza y golpear al mundo en la cara con mis nudillos hasta convertirlo en una pulpa sangrienta. Y le patearé los dientes a esta pareja que me recuerda tu pequeño diente torcido que amo tanto».
Samantha, Scarlett Johansson en la película, es ella (her) una voz sexy, linda, con una personalidad arrolladora, audaz, divertida, que enamora a Theodore (y a miles más). No, Scarlett Johansson no aparece en la película, ni su escultural cuerpo, ni su sexy sonrisa, es solo una voz -la voz!-, pero sobre todo, es su encanto lo que lo trastorna (¿es entonces falso que los hombres se enamoran de lo que ven y las mujeres de lo que escuchamos?).
En fin, Her es absolutamente encantadora, bonita, especial. No la vean, que lo importante es que yo ya me la vi.
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Las cosas mas sencillas de la vida puede ser las mas gratificantes si recordamos disfrutarlas al maximo. Algunas de las personas mas completas que conozco sienten que estan aqui trabajando en algo para lo que «han sido llamados».